Hay que ser positivo, no gilipollas.

Te recuerdo o te miro a los ojos y sigo sintiendo esa nostalgia de los días en que me decías que era importante para ti y que nunca me dejarías caer al igual que yo te lo prometí. La única diferencia es que yo lo decía de verdad y no me dejaste cumplir ni la mitad de las cosas. Hace unos días me decidí mirar tu paso por mi vida como una cosa positiva, después de todo algo de experiencia me has dado. No sé decir exactamente en qué, pero voy a estar mucho más atenta a como son las cosas en realidad, si ya era perspicaz a la vez que ingenua, tú me has enseñado a ser atenta, a la vez que fuerte. No sabes lo que te lo agradezco, gracias por hacerme ver que la apariencia engaña y que se puede hacer de una persona el doble de fuerte de lo que es según las circustancias que pase.

Todos tenemos un límite y TÚ has pisoteado el mío.

1 comentario: