Es cansado pretender que te creerán toda la vida cuando dices que estás
bien cuando te pregunten cómo estás. Algún día te derrumbarás y te darás cuenta de que te tienes que levantar, que te has caído con las piedras, que te las han arrojado, que te venían por donde si quiera veías que iban a venir; pero hay que saltarlas todas, esquivarlas. No me preguntes ni cómo ni por qué, porque no sé si es cosa de la
moral, la
ética, la
filosofía o cualquier mierda que se inventen para demostrar que de alguna forma, los baches tienen solución con palabras vacías. El único que puede solucionar eso, eres tú.
Eso sí, no me preguntes ni cómo ni por qué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario