Yo solo era una persona que necesitaba un abrazo y se hizo mucho daño hasta conseguir uno. La sociedad nunca trata a la gente como merece y sé bien lo que rezo. Después de este tiempo, una de las cosas que he aprendido es que... No mires la sonrisa de alguien, siempre miente. Mira a los ojos. Engañan, pero son más fáciles de descifrar. Claman dolor. Y un abrazo no cuesta. Quizás sea la respuesta a muchas cosas. Pensadlo.
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