Game over.

Me gusta que la gente me haga daño, si eso quiere decir que es una nueva prueba de superación. La gente te putea, te hundes, te deprimes, lloras, te cortas, te repugnas y, finalmente, te secas las lágrimas, te levantas y sonríes. De eso va la vida. De superar a toda esa gente. De aprender con los daños y no con los años. Un día, mirarás atrás y verás que, solo por el hecho de haber pasado por todo ello, eres fuerte. Después de todo eso, te sientes orgulloso. Te creces. Empiezas a gustarte. Obviamente, no ahora, ahora es tiempo de equivocarse, de no gustarse, de tener complejos, de hundirse e incluso, de pasarlo mal. Muy mal. 





Y un día, mirarás atrás, sonreirás y dirás 'el juego ha terminado, yo gano'. Gánalos a todos.