Lo siento, de verdad. Pero no puedo evitar soltar un par de lágrimas aún sabiendo que tú nunca te fijarás en mi. Porque eres más que yo, más fuerte. Y porque no te merezo. Y viceversa. Tú no necesitas alguien como yo. Soy demasiado débil e inservible. Aunque esto no quiere decir que vaya a romper mis promesas. Tú nunca te enterarás de nada, pero aquí permaneceré, hasta el final. Hasta que no quieras que esté. Y voy a seguir sintiendo lo mismo. Mal que me pese.

No hay comentarios:

Publicar un comentario