Hard times for dreamers.

Me gusta el mar. También el fuego. Y también tener los pies en la tierra. Es guay ser diferente y también lo que me jode la vida, a veces. Me gusta cambiarme de color el pelo. Me gusta lo que a nadie le gusta. Mis pensamientos me aislan para enloquecerme. Pero hay veces que les supero en fuerza. Otras caigo, naturalmente. Me gusta la sangre y la manera que tiene de caer. Me gustan las trilogías y las series de libros. Aunque odie terminarlos porque se acaba una parte de mi. De pequeña me gustaba hablar castellano antiguo. Y vestirme de damisela. Era una flipada. Ahora me gusta ir con auriculares a todas partes. Y me cuesta mucho despegármelos, si me los quito para escucharte, ten en cuenta que es un gran halago por mi parte. Me gusta ser leal. Me gusta ayudar y escuchar. No aguanto dar y no recibir, llámame interesada, pero nunca recibo nada y me gustaría. La mente humana me parece interesante a la vez que simple. El arte habla por mí. Me gusta que me hagan daño para después salir de ello, levantarme y ser más fuerte que nunca. Me gusta reírme hasta caerme. Y adoro llorar. A pesar de todo, la sociedad no mató del todo al adolescente.