Voy empezar a abrir los ojos y a dejar de darme hostias contra el suelo. En conclusión: voy a dejar de ser tonta. Si he superado dos veces la misma mierda puedo con lo que sea. Es difícil, pero es que, ¿sabéis? Paso de que cuando mis hijos en un futuro me pregunten cómo era de joven, les tenga que contestar que siempre estaba llorando, que no aceptaba ayuda y que era una hostia tras hostia continua. Porque si les digo eso, cuando a ellos se les comiencen a presentar problemas no muy graves, pensarán que la mejor solución es la que escogí yo. Y me niego a que un descendiente mío pase por todas las putadas que pasé/paso yo. Me niego rotundamente. Es difícil, pero puedo. Sé que puedo. Ahora más que nunca:

3 comentarios: