Nadie sabe.

(Se recomienda leer con esto y si acaba antes de haber terminado de leer, darle de nuevo)

Dos semanas sin salir. Sin ver la luz más allá de las sábanas. Sin mirarse al espejo, sin hablar. Sin alma, sin vida. Sigue confusa, todos lo están. No contesta al teléfono y no deja que nadie entre a su cuarto. Obviamente, saben lo que ha intentado, saben que no está bien. Aquella noche, cuando llegó a su casa lo primero y último que dijo hasta la fecha fue 'te quiero', a alguien que no podía ser otra que su madre. Su madre no lo entendía, estaba claro. Nunca lo había dicho y tampoco esperaba que se lo dijera. Al cabo de tres días lo entendió. Y durante unos días esa casa fue un templo de lágrimas, un océano profundo de pensamientos. Diría que fue un día de luto, pero no lo fue. Al menos no, pero casi.
Chica en llamas, tras ello, fue a dormir. No quería hacer otra cosa. Tenía que pensar, aclararse. Indagaba en su interior intentando encontrarse pero solo encontraba nudos imposibles de desatar. Dormir quizás no era lo más acertado, pues no soñaba más que pesadillas y se despertaba a base de sobresaltos.
El teléfono no paraba de sonar, ya fueran mensajes o llamadas. Llamadas inacabables que ella bien sabía de quién procedían. Llamadas que aguardaban pacientes, pero que por cada tono, caían gotas de sudor y esperanza de que lo cogiese. Bien sabía ella que tras aquellos seis tonos interminables había alguien llorando. O un esperanzado corazón que latía cual lluvia torrencial que cae a la carretera. Pero no podía ser más que egoísta en esos momentos y pensar en ella. Primero necesitaba saber que estaba viva, luego ya lo haría saber a los demás. No había mejor forma de demostrarse así misma que estaba viva que viendo su sangre. Y tras estas dos semanas, se evadía de la peor forma que había. Ella bien sabía que aquello era peor que huir. Intentaba pensar en esa gente que la había apoyado en todos los malos momentos, en esa gente que creía en ella. Pero como ya he comentado, ahora no puede ser más que una egoísta. Su vida se basa en llorar, llorar, llorar y llorar todos y cada uno de sus errores.
Chica en llamas no se ha apagado, pero ahora ya no es una llama viva y alegre. Ahora es una tenue luz. Puede recuperarse, sí. Pero marcas que la recuerden todo esto le quedarán de por vida. Marcas que cuentan una o incluso dos historias. Historias escritas en braile. Nadie sabe en realidad el 'por qué'. Nadie sabe por qué se siente así. Nadie sabe por qué hace las cosas que hace. Ni mucho menos, nadie sabe lo que se le pasa por la cabeza.
Algún día, Chica en Llamas cogerá el teléfono. Algún día se secará las lágrimas. Algún día empezará a vivir. Quizás... algún día.

4 comentarios:

  1. ¿Tu peor relato? Creo que no, como siempre, genial, me identificable, demasiado quizá, y supongo que eso es malo. Pero sigue así, por lo menos puedes expresar lo que siento aunque no lo pueda escribir yo, genial.
    @GloriaWhibley

    ResponderEliminar
  2. Gracias a tus entradas he podido comprender un poco mejor a la persona mas importante en mi vida, que lo ha pasado jodidamente mal y no me libro de parte de la culpa, aunque sea tarde, gracias a ti he podido comprenderla algo mas y darme cuenta de que por ser tan especial como lo es y nunca demuestre sus debilidades las tiene y yo lo sabía pero no las veia... Pero gracias a ti en serio sé que tengo que mirar mas por su bien que por el mio, como hice una vez, pese al dolor que me pueda causar ello. Te debo una muy grande y si todo sale bien aún mas.

    Gracias, tienes un seguidor nuevo al que le encantan tooooodas tus entradas, sigue así escriber realmente bien.

    ResponderEliminar
  3. Es impresionante, creo que nunca había leído nada más profundo y más bonito, aunque cruel al mismo tiempo, en ninguno de los blogs a los que sigo, me has dejado impresionada.

    ResponderEliminar
  4. Llevo delante del teclado demasiado tiempo. Nunca me ha pasado esto de no saber que decir.
    El final esperanzador me ha dado que pensar.
    Miento si digo que no me siento destruida por dentro cuando leo a Chica en Llamas, me siento horrible, con ganas de acabar con esto, de salir corriendo, de huir lejos, de llorar... Pero me gusta. Porque nunca siento nada y sentir algo, aunque sean estos sentimientos que tanto duelen, me sirve. Hay pocas cosas, por no decir ninguna, que hayan encendido algo dentro de este pecho vacío, que carece de sentimientos. Este pecho que no sabe sentir. ¿Te tengo que decir gracias? ¿Te tengo que echar la culpa? No lo se... Pero quiero que sigas escribiendo. Necesito que sigas escribiendo.

    Una desconocida que sabe escuchar.
    @LeoVersus.

    ResponderEliminar