Carta 2.

Hola, ¿cómo estás? Yo no estoy segura. No sé si quiero seguir sonriendo o si quiero seguir llorando. No tengo aliento. Esto me está costando más de lo que creía. ¡He pasado por lo mismo dos veces! Y aquí sigo. Vaya, parecía imposible. No soy feliz, pero tampoco siento el odio que sentía en antaño. Ayudarte me ha hecho fuerte, ¿sabes? Me ha dado razones por las que seguir viviendo. Me siento útil a tu lado. ¿Has reído hoy? ¡Espero que sí! Ya sabes cómo me gusta ver a la gente sonreír. Llevo todo el día nerviosa, pues tenía ganas de volver a hablar contigo. Y saber cómo estabas. En realidad, tenía miedo porque no sabía si volvías a sentirte igual. Ya sabes que yo siempre haré lo imposible por sacarte una sonrisa, es uno de los mayores retos que se pueda tener. Mañana volveré a escribirte, y quizás envíe la carta. Pero hoy no. Te quiero. 
Enviar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario